A medida que los centros metropolitanos aumentan y la cantidad de tierra cultivable disminuye, el uso de iluminación LED puede resultar cada vez más útil para mejorar la producción de alimentos en los espacios de agricultura urbana. De acuerdo con el más reciente informe presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) , se estima que el 85 % del crecimiento de la producción mundial de cultivos provendrá de optimizaciones en el rendimiento por un mayor uso de insumos, inversiones en tecnología de la producción y mejores prácticas de cultivo.
“En Signify, llevamos más de 75 años desarrollando maneras de aplicar la iluminación LED a la producción de cultivos, siendo esta una de las con mayor rendimiento y productividad en los últimos tiempos. Sin duda, es el método de cultivo del futuro, pues se optimizan los sistemas de producción con luz artificial para plantas y se logra obtener cultivos sostenibles durante todo el año. Además, las fórmulas de iluminación personalizadas permiten agilizar el crecimiento, aumentar la cosecha y obtener alimentos de mayor calidad ”, explica Ramiro Robles, Commercial Leader -Agriculture LatAM.
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Dado que las plantas perciben la luz de manera diferente al ojo humano, uno de los grandes beneficios de las luces LED radica en la posibilidad de poder establecer el espectro idóneo de luz requerido por las plantas, para que puedan tener un mejor desarrollo. Por ejemplo, el nivel de vitamina C en algunas frutas, el sabor de las fresas, o la textura y el tamaño de los tomates, entre muchos otros vegetales pueden mejorarse al tener las recetas óptimas de iluminación, que es proporcionada a través de la luz LED.
Adicionalmente, el contar con iluminación sin luz natural y en ambientes 100% controlados, ha permitido la aparición de granjas verticales, que son instalaciones interiores en donde los cultivos se cosechan en múltiples capas. Estos invernaderos aumentan significativamente la producción de cultivos por metro cuadrado, logrando tener ahorros muy importantes en consumos de agua y un menor uso de químicos.
“El desperdicio de alimentos es una realidad a nivel global, especialmente en países en desarrollo, como los latinoamericanos, por lo que los sistemas de producción en espacios urbanos que utilizan luces LED son una alternativa costo-eficiente para resolver a largo plazo esta problemática, dado que dentro de un entorno controlado se generan menores desperdicios, ciclos de producción más cortos y una cadena de abastecimiento más rápida durante todo el año”, agrega Robles.
Estas tecnologías y recetas de luz no se aplican solamente a los alimentos, el grupo Esmeralda, uno de los mayores productores de flores cortadas del mundo, con operación en granjas en Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica, México y África, ha decidido aportarle a la iluminación LED. Después de cuatro meses trabajando con estas lámparas, se logró una reducción del 91% en los costos de energía, que asciende a un total de US $ 18.000.
La aplicación de adecuadas fórmulas de iluminación LED en el cultivo de plantas, permite influir en un mayor rendimiento, adelantar el florecimiento, acelerar el desarrollo de las raíces o la germinación, potenciar el sabor y la coloración de alimentos, entre otras ventajas, sin pesticidas ni insectos. Sin las innovaciones de la iluminación para cultivos de interiores y en la agricultura, no sería posible realizar la predicción del informe sobre perspectivas agrícolas a 2029 OCDE y la FAO sobre el incremento de la oferta superará la demanda en alimentos en los próximos 10 años.